Lapü: quietud y movimiento
Lapü, proyectada en el Festival de Cine Sundance y en la Berlinale, estrenó hace una semana en Colombia. Esto sobre la imagen del chinchorro para hablar de los sueños y la muerte en el desierto guajiro.
“Lapü” significa sueño en wayuunaiki. La película empieza, pues, con un susurro que se le manifiesta a Doris, la protagonista, en un sueño mientras duerme en un chinchorro. El cuerpo está en reposo mientras se está acostado en el chinchorro. Y sin embargo, al mismo tiempo, está en movimiento. Se mueve de un lado a otro como un péndulo, va y viene. Así se moverán las imágenes en Lapü: irán del sueño a la vigilia en un ir y venir que no es necesariamente lineal.
Lo mismo ocurre en los sueños mientras se duerme en el chinchorro: quietud y movimiento se encuentran. Mientras el cuerpo está en reposo, estará también encaramándose a un árbol, al ritmo del péndulo. “¿Me recuerdas?”, le pregunta a Doris su prima muerta. Conversan y se acuerdan de cuando eran niñas. La memoria, como el sueño, también es viaje, es movimiento en el tiempo, a la vez que quietud en el espacio.
Estas conversaciones entre Doris y su prima se presentan como una suerte de viaje, de compañía y de guía en la muerte. Las visitas de la muerta, de nuevo, son el ir y venir del chinchorro. La prima se mece en compañía de Doris. En la muerte se contrapondrán, de nuevo, reposo y movimiento. Doris exhumará el cuerpo de su prima y lo sacará de su quietud, lo trasladará a otro lugar para hacer un segundo entierro. La muerta se moverá, entonces, en cuerpo de otra y podrán igual seguir conversando.